Les pongan la marca que les pongan a las katiuskas en el frente, siempre serán botas para el agua, para ir a pesca, para trabajar en una pescadería y, efectivamente, para esos días en lo que parece que llueve de abajo hacia arriba...
Glamour, lo que se dice glamour, no han desprendido nunca, así que, ante la avalancha de botas de goma que hemos sufrido los últimos años, mejor algunos consejos para que utilizarlas no arruine nuestra reputación...
Cuando una decide plantarse unas katiuskas, es porque llueve a mares, no hay más excusas, así que la combinación bota de agua-falda sin medias es absurda ya de salida. Normalmente si llueve tanto, hay viento y no hay 20 grados. Destierra de tu cabeza esos editoriales de revista en los que el vestido vaporoso combina con las Hunter y un capazo lleno de margaritas...
Los mejores aliados de unas botas de goma son siempre unos pantalones pitillo. Aceptamos la vesrsión legging, eso sí, si la parte superior del conjunto tapa el culete, sino, ni en broma...
SI sigues empeñada en hacer de tus botas lo más fashion del barrio, prueba a combinarlas con pantys gruesos y calzas de punto. Personalmente, no me vuelve loca, pero tampoco me horroriza del todo...
En cualquier caso, la moda es una orientación, no hace falta disfrazarse, sino adaptar cada tendencia, cada prenda, a la vida y situación de cada una. Así de fácil!
A mí me encantan las botas de agua y no estoy de acuerdo contigo en que no se pueden llevar sin medias, hay muchos lugares en los que la lluvia no va relacionada con las bajas temperaturas, por ejemplo en Murcia, donde no llueve mucho pero cuando lo hace sacamos las botas y no bajamos de los 20 grados.
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